Sí, sé que esta pregunta puede parecer un tanto prepotente, ¿quién soy yo para plantear tan trascendental pregunta? Pero necesito desvelar los entresijos ante tal cuestión, es casi una pregunta metafísica.
El sentido etimológico de la palabra videojuego es obvio, la tecnología avanza y los entornos gráficos son capaces de plasmar una mecánica la cual llega a ser divertida. Después de está definición tan fría viene la pregunta: ¿Es sólo esto un videojuego,?, ¿de verdad puede alguien pensar que un videojuego es solo esta definición?
Claro que no, por supuesto que una de las bases de un videojuego es ser divertido, pero no más que una película o un libro. Por lo tanto, también la capacidad argumentativa en un videojuego no es de ninguna manera un añadido, es una de sus bases, es un pilar fundamental.
¿Cuantas veces habremos visto una película con enormes efectos especiales, pero nula complejidad argumental? Sí, es divertida, pero nada más. No emocionan, no construyen fabulaciones en tu mente capaces de imaginar un trasfondo a esa realidad que te están presentando, en definitiva, no crean la "magia". Sin esto, irremediablemente será una mala película o, al menos, una insulsa película.
Lo mismo que un videojuego no es una simple mecánica divertida, puede ser mucho más. Tiene la capacidad de convertirse en todo, un libro, una película, un juego... o en nada.
Personajes, diálogos, planos de cámara, como cualquier gran película. Hojas y hojas de profundidad argumental, como un libro.
Como siempre, estas preguntas no vienen porque sí, y la razón de ser es mi visión crítica al actual momento de la industria, donde los grandes videojuegos, los que no son puro entretenimiento, sin más, si no que consigue contarnos algo, una historia, trasladarnos a mundos ajenos al nuestro y conseguir emocionarnos, son algo muy raro, muy, pero que muy raro, y gran parte de la culpa la tienen los consumidores, esto es un mercado, queramos o no, y si no hay demanda, no hay producción.
Puede que sea un bicho raro, pero hace mucho tiempo del último juego que me hizo sentir "algo", tener curiosidad por su trasfondo, recordar escenas y sentir nostalgia. Juego tras juego veo lo mismo, al margen del apartado técnico, personajes con menos carisma que una piedra, sin capacidad de empatizar por parte del jugador con unas actuaciones de todo menos lógicas, y en definitiva un argumento que no dice nada.
Muchos no son malos videojuegos, como no es un mal videojuego el Fifa o el Pro por no tener tales características, pero un videojuego puede ser mucho más, las herramientas están, otra cosa son las ganas.